FAST FASHION

LO QUE NO SE SABE DE LA INDUSTRIA
MILLONARIA DE LA MODA
Desde comienzos de los años noventa las marcas de ropa se han concentrado en buscar una estrategia para generar más ingresos y un mayor impacto en la sociedad, es por ello que se han creado en los consumidores la necesidad de comprar ropa en mayor cantidad y con mayor frecuencia. El fast fashion es el nombre de la estrategia con más popularidad en la actualidad para este objetivo, sacando ropa que está inspirada en las últimas tendencias expuestas en desfiles de las grandes casas de moda, pero con una producción en serie y a bajo costo.
El fast fashion se ha centrado en cambiar el concepto de las temporadas en la moda con la introducción constante de nuevas colecciones en periodos intermedios de éstas, lanzando hasta veinte colecciones al año cuando en la gran industria de la moda sólo existen dos temporadas: Otoño-invierno y Primavera-verano. Debido a que el público puede acceder de manera rápida y a un costo bajo a las últimas tendencias en la industria de la moda, ésta es la opción más elegida en el mundo. Sin embargo, existen factores que la han convertido en una de las peores propuestas a nivel ecológico, social y económico, algunos de ellos son la explotación laboral y el gran impacto que genera de manera negativa en el medio ambiente.
Las marcas líder son sin duda las que pertenecen al grupo de Inditex (Zara, Pull&Bear, Bershka, Stradivarius, Massimo Dutti y Oysho) y H&M. Para conseguir el nivel de consumo que estas empresas desean, han creado un modelo de negocio llamado quick response, donde las nuevas tecnologías juegan un papel clave para reducir el tiempo de producción y entrega al mínimo, ya sea desde la creación de la prenda, donde el tiempo puede ser entre siete y treinta días para crear toda una nueva colección, hasta la forma de adquirirla mediante plataformas web sin la necesidad de salir de tu hogar.
Por lo general nuevas prendas son lanzadas cada dos semanas en las tiendas, reponiendo las más vendidas en tan sólo cinco días. Debido al corto tiempo de producción y al bajo presupuesto que se tiene, la calidad es el factor menos importante en estas grandes cadenas. La “desechabilidad” motiva al consumidor a cambiar de ropa con mucha frecuencia y por tanto los ciclos de vida de ésta se reducen cada vez más, lo que genera la sensación de que se ha creado un concepto de usar y desechar.
Al entrar a una de las tiendas antes mencionadas, por ejemplo, a Zara, puede verse además de las grandes cantidades de ropa, a los empleados trabajando de manera normal, pero estas tiendas guardan sus secretos. En la parte de la bodega se encuentran los racks, muebles de gran altura y anchura en donde se guarda la ropa que aún no está en exhibición al público y en donde aproximadamente se pueden almacenar más de doscientas piezas de ropa en cada uno de ellos.
En una sóla bodega hay aproximadamente más de veinte racks. Esto se traduce en 4 mil prendas de ropa en al almacén de una sóla tienda que son renovadas cada quince días. Esto quiere decir que, en un mes, ese almacén habrá albergado al menos 8 mil prendas de ropa y, en un año, casi 100 mil prendas. Si multiplicamos estas cifras por el total de tiendas de Inditex que hay en Puebla, se tendrían aproximadamente 1,400,000 prendas al año solo en este estado del país.
La venta de algunas de estas piezas genera, diariamente, cien mil pesos de ventas en el área de niños, otros cien mil pesos en el departamento de hombres y doscientos mil pesos en el área de mujeres, y esto, tan sólo en uno de los establecimientos más pequeños de la República.
Es por eso que el Fast Fashion es uno de los monstruos de la economía, según El País, Inditex facturó una cantidad de 25,336 millones de euros el año pasado, misma que debe el 10% de esta cantidad a sus ventas por Internet.
El fast fashion se ha centrado en cambiar el concepto de las temporadas en la moda con la introducción constante de nuevas colecciones en periodos intermedios de éstas, lanzando hasta veinte colecciones al año cuando en la gran industria de la moda sólo existen dos temporadas: Otoño-invierno y Primavera-verano. Debido a que el público puede acceder de manera rápida y a un costo bajo a las últimas tendencias en la industria de la moda, ésta es la opción más elegida en el mundo. Sin embargo, existen factores que la han convertido en una de las peores propuestas a nivel ecológico, social y económico, algunos de ellos son la explotación laboral y el gran impacto que genera de manera negativa en el medio ambiente.
Las marcas líder son sin duda las que pertenecen al grupo de Inditex (Zara, Pull&Bear, Bershka, Stradivarius, Massimo Dutti y Oysho) y H&M. Para conseguir el nivel de consumo que estas empresas desean, han creado un modelo de negocio llamado quick response, donde las nuevas tecnologías juegan un papel clave para reducir el tiempo de producción y entrega al mínimo, ya sea desde la creación de la prenda, donde el tiempo puede ser entre siete y treinta días para crear toda una nueva colección, hasta la forma de adquirirla mediante plataformas web sin la necesidad de salir de tu hogar.
Por lo general nuevas prendas son lanzadas cada dos semanas en las tiendas, reponiendo las más vendidas en tan sólo cinco días. Debido al corto tiempo de producción y al bajo presupuesto que se tiene, la calidad es el factor menos importante en estas grandes cadenas. La “desechabilidad” motiva al consumidor a cambiar de ropa con mucha frecuencia y por tanto los ciclos de vida de ésta se reducen cada vez más, lo que genera la sensación de que se ha creado un concepto de usar y desechar.
Al entrar a una de las tiendas antes mencionadas, por ejemplo, a Zara, puede verse además de las grandes cantidades de ropa, a los empleados trabajando de manera normal, pero estas tiendas guardan sus secretos. En la parte de la bodega se encuentran los racks, muebles de gran altura y anchura en donde se guarda la ropa que aún no está en exhibición al público y en donde aproximadamente se pueden almacenar más de doscientas piezas de ropa en cada uno de ellos.
En una sóla bodega hay aproximadamente más de veinte racks. Esto se traduce en 4 mil prendas de ropa en al almacén de una sóla tienda que son renovadas cada quince días. Esto quiere decir que, en un mes, ese almacén habrá albergado al menos 8 mil prendas de ropa y, en un año, casi 100 mil prendas. Si multiplicamos estas cifras por el total de tiendas de Inditex que hay en Puebla, se tendrían aproximadamente 1,400,000 prendas al año solo en este estado del país.
La venta de algunas de estas piezas genera, diariamente, cien mil pesos de ventas en el área de niños, otros cien mil pesos en el departamento de hombres y doscientos mil pesos en el área de mujeres, y esto, tan sólo en uno de los establecimientos más pequeños de la República.
Es por eso que el Fast Fashion es uno de los monstruos de la economía, según El País, Inditex facturó una cantidad de 25,336 millones de euros el año pasado, misma que debe el 10% de esta cantidad a sus ventas por Internet.
ALGUNOS SECRETOS QUE EL FAST FASHION QUIERE OCULTAR
En la página del grupo Inditex se habla de su apoyo constante a fundaciones y causas que apoyan al medio ambiente pero la realidad es que éste se ha visto muy afectado por esta industria.
Según algunos delegados de la ONU, la industria de la moda es la responsable del 20% de las aguas residuales producidas año con año y es la segunda industria que más consume agua a nivel mundial, dejando en primer lugar a la industria agrícola y sus deribados. Para hacernos una idea, la cantidad de agua que bebe un ser humano en diez años son 10 mil litros de agua, esta misma cantidad de agua es la que se necesita para producir un kilo de algodón con el cual únicamente se pueden producir un par de jeans.
El Espectador menciona que los campos de algodón que se usan para la producción de ropa están inundados de pesticidas e insecticidas. Tan sólo para la industria de la moda es que se utiliza el 11% de pesticidas y 24% de insecticidas de la producción global de estos químicos. La fundación Ellen McArthur plantea que para abaratar el costo el algodón, éste se mezcla con fibras de plástico que al desecharse terminan en el océano. Cada año la cantidad de fibras de este tipo que terminan en el mar equivale a 50 mil millones de botellas.
De acuerdo con lo que se plantea en la campaña Detox de Greenpeace, cada año se producen 80 mil millones de prendas en el mundo, que sería equivalente a once prendas por habitante, pero como sabemos, el consumo de estas prendas no se distribuye de manera homogénea. En promedio, son setenta prendas por habitante, mismas que no son biodegradables en lo absoluto.
El más grande problemas con el fast fashion es que busca tener los costos mas bajos para vender en mayor volumen y generar una ganancia significativa, lo que claramente también afecta al sector laboral. Para esta industria se han creado lugares llamados sweatshops, que al español pueden traducirse como un taller de explotación laboral, en donde se violan múltiples derechos humanos. Estos lugares se encuentran en países como Vietnam, China, Bangladesh, Turquía, Indonesia, Cambodia, Sri Lanka, y hasta México, y según la CNDH (Comisión Nacional de los Derechos Humanos), todos estos países se caracterizan por la pobreza.
Las grandes empresas de la industria de la moda se enenfocan en los países con mayor pobreza, con salarios mínimos bajos para situar sus fábricas, utilizan el outsourcing con el que contratan a intermediarios que se encargan de buscar la mano de obra más barata que exista. Las empresas no firman contratos directamente con los empleados ni se hacen responsables legalmente de ellos.
Según Eugenia de la Torriente, directora de la revista Harper´s Bazaar, explotación laboral, fábricas insalubres e inseguras, abuso físico y verbal, salarios ínfimos (aproximadamente menos de dos dólares americanos al día) y largas horas de trabajo son sólo algunos aspectos que los empleados del fast fashion tienen que soportar para cubrir el consumo excesivo de una población desmedida.
PEQUEÑAS SOLUCIONES QUE GENERAN GRANDES IMPACTOS
Inditex, H&M y Primark, estas tres empresas mundialmente conocidas que siguen la tendencia del fast fashion, hacen creer a los consumidores que tienen una gran posición económica por comprar muchas prendas, cuando en realidad cada vez el cliente sólo gasta su dinero y las únicas personas que se ven beneficiadas son de los niveles más altos de la industria. A pesar de todos estos factores, para un amante de la moda sería muy difícil dejar de consumir en esta industria ya que para ello tendría que comprar en las grandes casas de diseño, en donde solo un abrigo de la marca Gucci puede llegara hasta los 54,000 MXN, misma cantidad con la que se podrían adquirir alrededor de 45 abrigos del mismo material en el grupo Inditex.
Si eres una persona que se interesa por la moda pero no cuenta con la posición económica para comprar prendas de diseñador, algo que puedes hacer es concientizar sobre tu consumo de estas prendas, comprar lo que realmente vas a usar y en menor cantidad. Con ello reducimos todos los factores mencionados anteriormente.
A continuación, te presento una lista de alternativas para tratar de reducir el fast fashion:
1. Personaliza tu propia ropa: Además de hacerla única en el mundo le das un nuevo uso a prendas que ya habías desechado, esta es mi alternativa favorita, misma que el proyecto de @ojosnegrosmx en Instagram propone.
2. Compra en tiendas de segunda mano: La moda siempre vuelve y un look vintage es una de las mejores apuestas en este momento, no sólo ayudarás al planeta, también a tu bolsillo y puedes hacerlo sin salir de tu casa, esta es una de las alternativas de @ropachidax.
3. Cambia de forma: No solo puedes cambiar la imagen de tus prendas interviniéndolas, también puedes darles una nueva forma haciendo algunos cortes.
4. Utiliza estrategias diferentes, el trueque es una manera muy efectiva de renovar tu armario, prueba con los diferentes estilos y perspectivas que proponen otras personas, puedes ser participante de ello con @tertulia.moda, proyecto ubicado en la ciudad de Puebla.
2. Compra en tiendas de segunda mano: La moda siempre vuelve y un look vintage es una de las mejores apuestas en este momento, no sólo ayudarás al planeta, también a tu bolsillo y puedes hacerlo sin salir de tu casa, esta es una de las alternativas de @ropachidax.
3. Cambia de forma: No solo puedes cambiar la imagen de tus prendas interviniéndolas, también puedes darles una nueva forma haciendo algunos cortes.
4. Utiliza estrategias diferentes, el trueque es una manera muy efectiva de renovar tu armario, prueba con los diferentes estilos y perspectivas que proponen otras personas, puedes ser participante de ello con @tertulia.moda, proyecto ubicado en la ciudad de Puebla.